El descanso es una parte muy importante del día. Dormir las horas necesarias según la edad, es indispensable para que el cuerpo recupere energía y cumpla con procesos naturales que nos permitan estar sanos.
Quizás te has llegado a preguntar:
Todas estas preguntas son válidas y completamente normales durante el proceso de crecimiento del niño, ya que no siempre llegamos a saber si las horas que duerme son suficientes o no. Hoy #Lactamima quiere ayudarte a resolver estas dudas con una breve guía sobre las horas de sueño necesarias en los niños, así podrás sentirte tranquila al momento de organizar el día de tu hijo(a), asegurando que descansará correctamente.
Es muy importante que tengas en cuenta que las horas de sueño dependen de la edad. Antes de los 4 meses el bebé no tiene un horario establecido, ya que está en un proceso de maduración y el sueño puede ser muy variable, lo cual es completamente normal.
A partir del 4 mes es posible comenzar una rutina de sueño, permitiendo al niño un descanso y con las horas necesarias de acuerdo a su edad.
Estas son las horas necesarias que tu hijo(a) debería dormir dependiendo de su edad:
Las siestas durante los 5 primeros años de vida son de vital importancia, ya que permiten que la hora de dormir no sea una tarea difícil y completan las horas de sueño que ellos necesitan. Trata de no saltarte las siestas para que al final del día el niño pueda descansar y dormir sin ningún problema.
Existen diferentes comportamientos que se manifiestan cuando hay falta de sueño y cansancio excesivo. Si notas que está inactivo, irritable, presta poca atención y se le dificulta concentrarse, es posible que el niño no esté durmiendo bien o esté durmiendo muy poco.
Recuerda que el espacio y las condiciones del ambiente también juegan un factor muy importante a la hora de dormir. En lo posible, el cuarto del niño debe tener poca luz, poco ruido y una temperatura adecuada (ni muy frío, ni muy caliente) para que el sueño no tenga interrupciones y el cerebro pueda descansar durante toda la noche.
Evitar el uso de dispositivos tecnológicos o televisores antes de dormir, también favorecerá el descanso. El estímulo que causan las pantallas puede afectar negativamente el sueño.
Lo más importante es que la hora de dormir sea un momento agradable para el niño y para los padres.
